Ontem foi Dia Mundial da Poesia, e as referências são tantas e os poemas que nos marcam tantos, que é difícil escolher um. Vem-me, de imediato, à memória o génio e a intensidade vibrante de Ary dos Santos, a quem desejámos boa noite, a 7 de Dezembro. Mas sobrepõe-se um certo Rafael Alberti, que, a par da música de Vicente Amigo, renasce num disco fabuloso: «Poeta». E sabe bem ouvir. Porque a poesia sabe bem, quando ouvida. E quando ouvida na língua em que é sentida, pensada e dita. Nestes «retornos del amor recién aparecido», Alberti fala-nos da escuridão solitária e desorientadora, e de como o amor, sempre o amor, regressado, regressando, nos devolve tudo. Foi ontem, mas vale a pena desejar na mesma. Feliz Dia.
Retornos del amor recién aparecido
(Rafael Alberti)
Cuando tu apareciste,
penaba yo en la entraña más profunda
de una cueva sin aire y sin salida.
Braceaba en lo oscuro, agonizando,
oyendo un estertor que aleteaba
como el latir de un ave imperceptible.
Sobre mí derramaste tus cabellos
y ascendí al sol y vi que eran la aurora
cubriendo un alto mas en primavera.
Fue como si llegara al más hermoso
puerto del mediodía. Se anegaban
en ti los más lucidos paisajes:
claros, agudos montes coronados
de nueve rosa, fuentes escondidas
en el rizado umbroso de los bosques.
Yo aprendí a descansar sobre sus hombros
y a descender por ríos y laderas,
a entrelazarme en las tendidas ramas
y a hacer del sueño mi más dulce muerte.
Arcos me abriste y mis floridos años
recién subidos a la luz, yacieron
bajo el amor de tu apretada sombra,
sacando el corazón al viento libre
y ajustándolo al verde son del tuyo.
Ya iba a dormir, ya a despertar sabiendo
que no penaba en una cueva oscura,
braceando sin aire y sin salida.
Porque habías al fin aparecido.
E,
Como diria Natália Correia:
“A Poesia também se come…”
Isto também pra não falar do resto, e por isso digo
Portugal, País de Marinheiros e Poetas…e de Fado.